Ajedrez y Psicología del Desarrollo

Ajedrez y Psicología del Desarrollo: Una buena forma de empezar

Las cualidades del ajedrez como actividad que permite desarrollar en el sujeto las dimensiones psíquicas, afectivas y sociales presentadas en los módulos de trabajo propuestos a continuación, están extensamente demostradas y han sido objeto de investigaciones científicas de máxima rigurosidad. Ya desde el comienzo de la Psicología en 1883 se utilizó el ajedrez para el estudio de la memoria por A. Binet. El fundador del Psicoanálisis S. Freud señaló que para dominar el juego del ajedrez se requerían una serie de pasos similares a los de las técnicas psicoanalíticas.

Numerosas investigaciones han demostrado que realmente la práctica del ajedrez desarrolla la inteligencia. En 1925, tres científicos rusos (Rúdik, Diákov y Petrovski) dieron pie con sus investigaciones a que el ajedrez se implantara como asignatura obligatoria en los colegios de la URSS.

Autores como Jorge Laplaza, Gustavo Perednik, Uvencio Blanco, Gustavo Cortéz, Ramón Huertas Solís, N. V. Krogius, Guillermo Campitelli, Fernando Gobet, etc. han desarrollado el tema y han coincidido en que el ajedrez favorece y estimula los aspectos siguientes:

* Desde una perspectiva pedagógico-cognitiva favorece y estimula:
• la memoria;
• la velocidad para calcular;
• la concentración y atención;
• la creatividad e imaginación;
• la planificación y previsión;
• el pensamiento asertivo por medio de la explicación y el razonamiento;
• el pensamiento convergente y divergente;
• en la resolución de problemas algorítmicos y heurísticos.

* Desde una perspectiva social es terapéutico en situaciones sociales como:
• la drogadicción;
• la falta de autoestima;
• el ocio improductivo.

Y colabora y favorece en:
• la madurez de carácter;
• la madurez escolar;
• el respeto de normas;
• las actitudes solidarias y el trato con los semejantes;
• el estudio;
• el enriquecimiento cultural.

* Desde una perspectiva personal favorece y estimula:
• la autorregulación;
• la administración del tiempo;
• la agilidad mental;
• la autoestima.

* Desde una perspectiva deportiva-lúdica ayuda a:
• aprender a perder;
• respetar al rival;
• aprender de los errores;
• manejar la ansiedad ante el triunfo o el fracaso.

De acuerdo con De Groot (1977) se pueden clasificar los beneficios de practicar ajedrez en dos niveles: los de bajo nivel (incremento de concentración, aprender a perder, aprender a mejorar el rendimiento o interés en una actividad) y los de alto nivel (incremento de inteligencia, creatividad y rendimiento escolar). Actualmente, el ajedrez forma parte de la currícula escolar en miles de escuelas en unos 30 países del mundo. Por último, en nuestro país hace unos años, un estudio realizado en Mercedes confirmó estas bondades. Se comparó dos grupos de chicos, unos jugaban al ajedrez y otros no, y el resultado fue: el primero presentó mejor desempeño en las notas de sus exámenes.

Es por todo esto que consideramos que promover y desarrollar espacios de práctica y de difusión del juego del ajedrez es un excelente camino para mejorar las condiciones pedagógicas y de aprendizaje de valores y de conductas adaptativas en una comunidad. Estamos convencidos que está difusión debe realizarse a todo nivel, incluyendo las escuelas, los liceos, los centros comunales zonales u otros espacios barriales, así como clubes y centros recreativos.

Lic. Guido Campiglia
Lic. Aparicio Ilundain