Entrevista a Hernán Pérelman (Elo FIDE 2333) y Licenciado en Psicología. Además de entrenador de jugadores como Alan Pichot, Campeón Nacional Argentino, Panamericano y tercero en el Mundial de Vietnam, ahora se encuentra en Cochabamba entrenando al jugador Junior Mereles, gran talento paraguayo sub 10.
1 ¿Qué es lo que consideramos importante en la formación de los jóvenes que están trabajando en el ajedrez?
Es muy interesante la pregunta. Es importante diferenciar las edades, no es lo mismo un niño de 7 años en su primer acercamiento, que de 10 o 12 años. Lo importante para los más chiquitos es mantener el aspecto lúdico, de divertimento y de contacto social, con un grupo de amigos. Como es el del fútbol, es el del ajedrez. En los chicos es mantener el juego por sobre todo y la socialización.
El ajedrez tiene esto de ejercicio intelectual, lucha de pensamientos, de fuerzas y la competencia que existe y es buena pues ayuda a mejorar y tratar de estudiar.
En los chicos es complicado lograr que tengan autonomía al principio; les cuesta estudiar solos, pero pueden acercarse a clases grupales con un profesor, las valoro más que las individuales en clubes, escuelas u otros grupos y después de los 10, 11 años ya pueden tener clases individuales.
Luego, están los chicos que compiten. Estamos hablando de ajedrez como herramienta didáctica, como dice el maestro Oscar Panno: El ajedrez no es ayuda como elemento didáctico en una escuela, es por sí mismo una herramienta didáctica y no un soporte. Ayuda a resolver problemas, a planificar, aprender a pensar y equivocarse, aprender de los errores y tratar de equivocarse lo menos posible.
2 ¿Cuándo los chicos comienzan a distanciarse de los demás por su trabajo? ¿Qué le recomiendas?
Está el primer contacto y luego los que se apasionan, con mas interés que otros, como en otras áreas. Pero primero hay preservar la cuestión lúdica y después debería haber centros o agentes de detección de estos chicos para trabajar de otra manera, en forma más intensa y estructurada, metódica, y planificar una transmisión del juego, de sus secretos en base a un plan analizado para cada jugador.
3 En el caso de los que sobresalen como Alan Pichot, Andrés Palú, por ejemplo, ¿qué es lo que se trabaja con ellos?
Te cuento cuál es mi experiencia como entrenador de chicos talentosos y con recorrido ajedrecístico, que hay que tomar con mucho cuidado, pues ya desde nenes compiten en torneos, y debemos evitar una saturación. En dos o tres años, ellos tienen una carrera que un adulto hubiera tenido en 20 años. Hay que pensar que cuando crezcan puede no gustarle, cuando ya son adolescentes aparecen las chicas o chicos sin son jugadoras del sexo femenino, los bailes. Son chicos chicos, se debe tener mucha cautela.
En cuestiones estratégicas del juego detecto sus fortalezas y debilidades, y en base a eso organizo un plan de trabajo (estoy hablando de estos chicos con torneos encima).
Por suerte hay un caldero de chicos que están apareciendo en Latinoamérica y eso es lindo.
Repregunta: ¿y eso motiva a los demás, a los amigos, a los chicos comunes que se preguntan y por qué yo no puedo?
También está el tema de modelos, de ver a alguien a imitar, que es un par de ellos al alcance de la mano. Esto lo viví con Alan Pichot. Estuvimos en el Mundial, en el Panamericano y en otros torneos y los demás chicos se identificaban con él, y él lo hacía con alegría.
Y otra cosa. Es importante que tengan otra actividad que no la van hacer con la misma pasión que el ajedrez, pero sí se debe preservar otro espacio también grupal con otros chicos y otra actividad. Concordamos que, además, el estar bien físicamente es muy positivo para desarrollar la disciplina del ajedrez.
El progreso en los chicos es totalmente espiralado con idas y vueltas, pero hay un momento donde van como dando saltos importantes, sería como respetar esos tiempos, no apurarlos y es muy difícil en la transmisión del juego y poder respetar eso.
Parece que los profesores y los que enseñamos debemos estar a las etapas de ellos, propias de cada uno, con su madurez.
4 ¿Con qué ajedrecistas de la historia identificas tu juego?
Mi juego es un juego muy estratégico y de maniobras lentas, diría que no es de ataque, pero es de maniobrar, a mí me gusta mucho Petrosian, ese estilo. También podría ser alguna cosa de Capablanca, esto de la mínima ventaja. Lo mío es un juego de laburo, me cuesta mucho ganar la partida. No tengo miniaturas. Lamentablemente, ese es mi estilo y lo interesante con los pibes es que intuitivamente yo refuerzo la posición estratégica del jugador. Pero, por suerte, ellos tienen otro estilo, el estilo totalmente de ataque, de presión y todo eso, el ataque a mansalva. Está bueno este equilibrio. Por supuesto como entrenador no puedo inducirlo a jugar líneas que son caballitos de batalla, hay que dejar que ellos elijan dentro de lo que quieran jugar.
5 ¿Cómo fueron tus comienzos en el ajedrez y a quiénes agradecerías por tu formación ajedrecística?
Linda pregunta. Empecé un poco grande, a los siete años, con mi viejo... Y, bueno, empecé jugando con él. Después, cuando ya le ganaba, lo dejaba ganar para seguir con él. Después empezaron los torneos escolares, que a mi me fue muy bien y después de los torneos fui a un Club, cuando ya había terminado la escuela primaria, a los trece años, más o menos.
Ahora, el proceso es distinto. Los chicos acceden al Club bastante antes. A los 8, 9 años ya van normalmente, antes eso no pasaba. Después, empecé a jugar torneos juveniles y llegué a una final del Campeonato Argentino Juvenil y ahí medio tuve que elegir, pues terminé la Secundaria y bueno y ahí opté. Soy Licenciado en Psicología, hice la carrera, pero siempre estuve vinculado al ajedrez.
Y después volví al ajedrez, hace 4 ó 5 años, y al año jugué la final del Campeonato Argentino en San Luis, con Ricardi, Cámpora, Felgaer, Peralta, Diego Flores, Valerga, Malbran, Mahia y yo.
En el Anfiteatro donde se jugó el Mundial del 2005, y ahí volví. Caissa y sus embrujos me hechizó. Y hace un tiempo apareció la veta de entrenador, que me gusta mucho estar con los chicos.
Y a quiénes agradecerías... Bueno, me quiero agradecer en mi formación, primero, a mi viejo que me enseñó el juego; segundo, a un profesor mío, Eduardo Biaggi, que hoy sigue dando clases en el Club Argentino de Ajedrez, al maestro Oscar Panno, pocas pero imborrables clases y después uno hereda de un montón de gente, de todos. Uno no es autodidacta, para llegar a ser autodidacta hay que hacer un largo camino y agradezco a todos los maestros que me han ayudado.
6 ¿Tienes algún libro favorito de ajedrez?
Me gustan mucho los tratados de Grau, los cuatro libros, sobre todo los últimos dos, me parecen obras bastantes didácticas para la época y sigue siendo actual. También Reuben Fine, sobre todo el libro de finales es muy bueno, yo lo uso mucho. Como libros más avanzados todos los tratados que hace Dvoretsky. Hay un libro de Rowson que es bastante polémico, que habla sobre los pecados en ajedrez, sobre las cosas que no se deben hacer, pero que a la vez lo hacen creativo.
7. En una posición dada, ¿en que confías más, en tu intuición ajedrecística o en un análisis detallado?
En mi intuición, salvaguardar la intuición a ultranza. En estos tiempos de cibernética la forma de diferenciarse es la intuición humana, la creatividad, pero es verdad estamos en un tiempo de un ajedrez de cálculo y detallado. Los chicos calculan muy bien pero creo que también en los momentos de incertidumbre y en una partida hay muchos de estos momentos o al menos uno en el que está la intuición, tirarse a la pileta, mirar bien y decir esto es por acá.
8 ¿Cuál crees que es tu mayor debilidad como ajedrecista y tu fortaleza?
Mi debilidad es no atacar, cierto temor al ataque. Casualmente cuando juego más a divertirme, por ejemplo, cuando doy un mate de sacrificio, me siento muy feliz, pero no soy de ese estilo y nunca lo fui. Mi potencial está en lo otro, posicionalmente soy bueno. La gente me lo dice también y eso me alegra.
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