FSAJ 2008: No siempre lo que esta más cerca es la mejor opción a elegir

Julio, te envío una hermosa experiencia de vida del Contador Francisco Novoa, padre de Fernando, sub 12 argentino. Saludos, Oscar Kimelman

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Quiero con estas palabras, en mi condición de padre de 2 hijos que juegan al ajedrez, hacer una consideración acerca de la opción del maestro a elegir para enseñar a los niños que quieren competir en un nivel superior al escolar, como federados.

Para ello, entiendo que puedo hacer una comparación acerca de lo que a mi me sucedió en mi vida personal. Yo estudié y trabajo como Contador Público, pero cuando tenía 39 años decidí experimentar con otra vocación que me trajo tanto o más satisfacciones que la profesional.

Se trata del canto. Comencé a estudiar con un barítono retirado del Teatro Colón que vivía y daba sus clases a tan solo 10 minutos de mi casa. Si bien aprendí cosas no podía resolver los pasajes más exigentes del canto lírico, es decir no solo quería cantar popular sino también arias de opera, canzonetas, zarzuela, etc.

Luego, con el tiempo, me recomendaron una ex cantante del Teatro Colón a 1 hora de mi casa. Como amo el canto fui a verla y tampoco resolvió el problema. A todo esto pasaron 5 años.

Convengamos en que con lo que sabía me sobraba para cantar cualquier estilo popular o partituras no muy difíciles del arte lírico, pero yo aspiraba a más.

Y continué buscando y buscando hasta que me recomendaron un gran maestro que vivía a 45 km de mi casa alrededor de 1 hora y 30 minutos de mi casa, y con él en tan solo 2 meses resolví todo aquello que no pude en 5 años.

Sigo cantando, estudiando y disfrutando por sobre todas las cosas el poder haber llegado a lo que me propuse.

Hoy me toca acompañar a mis hijos en el proceso de aprender y competir en este hermoso juego-ciencia “el ajedrez”. Y vivo a veces la misma película que me toco vivir a mi en mi vocación, y llegado el momento de elegir, he tenido posibilidades de que mis hijos aprendieran con un profesor a tan solo 5 minutos de mi casa, quien ha sido valioso y lo sigue siendo para el más pequeño, pero ahora debo viajar 1 hora de ida y otra de vuelta, y créanme que no me pesa porque sé que estoy haciendo lo mejor para el perfeccionamiento de mi hijo mayor y así será con el menor, si continua.

Ojalá esta experiencia sea de utilidad para quien la lea, y no olviden "no siempre lo que esta más cerca es la mejor opción para elegir, vale la pena jugarse y buscar lo mejor aunque demande mayor sacrificio."

Francisco Novoa