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lunes, 16 de noviembre de 2009

Pinceladas del Panamericano Sub 20, Montevideo 2009 (17)

Por el MN Guillermo Carvalho

A principios del mes de octubre de este año, logré hacerme un lugar en mis actividades diarias para poder asistir el panamericano sub-20 que se disputaba en el Club Español de nuestra capital.


Luego de las 17 horas, durante los primeros 5 días de juego, pude presenciar un evento que no es habitual ver en nuestras tierras. Al llegar a la sala donde se disputaban las partidas, encontré muchos rostros conocidos, tanto extranjeros como del medio local. Pude ver a lo largo de esos días cómo nuestros jóvenes se batieron en una dura lucha con ajedrecistas de otros países. En varios casos estos contaban con vasta experiencia internacional, o con credenciales que a priori los mostraban lejos del alcance local.

Es así que, por ejemplo, se pudo ver en acción a Ray Robson, sobre quien ya se ha hablado bastante por este medio y cuyo juego lo distinguía. Robson es evidentemente un jugador diferente, un ejemplo más de precocidad ajedrecística presente, que impresiona por la solidez de su juego, que muchas veces se aleja de nuestra comprensión.



Buscando información sobre Robson, solo del 2009, puede verse su excelente actuación en el torneo de EEUU absoluto, u observar partidas que con su corta edad le gana a jugadores como Kaidanov, Christiansen, Gulko, Ibragimov, Becerra-Rivero, Akobian, y un largo y asombroso etc.

La organización de un evento de este porte, no es tarea sencilla, y vale la pena destacarla. Hubiese sido muy interesante algún detalle extra, como alguna partida comentada en una sala adjunta, o quizás vía web, por algún maestro local.

En la medida en que uno hace cosas, siempre faltan cosas o surgen aspectos a mejorar. Siempre hay espacio para crecer. Eso en modo alguno pretende quitar mérito a la ardua tarea que nuestras autoridades, árbitros y colaboradores varios, llevaron adelante, dedicando todo su esfuerzo para dejar bien puesto el nombre de nuestro país, a la hora de organizar eventos como este. Vale decir que según lo que yo pude apreciar, lo lograron con soltura.

La cobertura de internet, llevada adelante desde la sala de juego, es hoy día un aspecto casi indispensable en un torneo de este porte, y estuvo presente, y se vieron accesos desde numerosos países, seguramente siguiendo las actuaciones de los jóvenes ajedrecistas de cada uno. ¿Que puede ser mejor? Pues sí, siempre puede ser mejor, pero no se puede negar que en ese aspecto hemos mejorado mucho en los últimos tiempos.

El local y la sala de juego, fueron adecuados al nivel del evento. Se pudieron ver muchos momentos interesantes de juego, muchos de los cuales Julio nos ha mostrado en una excelente selección. Mucho público también acompañó.

A priori me había hecho cierta ilusión con las posibilidades de Camila Colombo en el torneo femenino, ya que conociendo su juego, estimaba que todas sus rivales estaban a su alcance.

El resultado final, no acompaño esa ilusión y asumo que tanto ella como sus entrenadores deberán revisar qué fue lo que pasó, más allá de jugadas concretas... o quizás yo deba revisar el fundamento de mis ilusiones con mayor cuidado. El torneo femenino fue especialmente duro y no es nada fácil mantener la tensión y la fuerza durante tantos días.

No se puede discutir, de ninguna forma, el esfuerzo que se puso por parte de los jóvenes locales y la preparación que muchos realizaron para este evento. Otra historia son los resultados cuya frialdad nos muestra la realidad de nuestro ajedrez en el contexto continental, en esta categoría. Mucho se ha dicho al respecto, y es difícil agregar algo más.

Mi opinión personal está fuertemente influida por la creencia de que nuestro medio condiciona seriamente la posibilidad de elevar el nivel de nuestros ajedrecistas. El trabajo individual arduo, puede en algunos casos lograr milagros, pero educar a un jugador de nivel de GM, según el consenso internacional lleva unos cuantos años de intenso esfuerzo. Años de llevar el entrenamiento, en forma diaria, más allá del nivel de comodidad. La tarea suena inalcanzable, pero no es muy diferente de los niveles de esfuerzo que se requieren para destacar en otras áreas deportivas, artísticas, académicas o profesionales.

Es claro, se me argumentará, que quien dedique su tiempo de esta forma, hace peligrar su futuro económico, y puede ser cierto, pero no menos cierto es que también puede abrir puertas que no es fácil abrir por otros caminos, como becas universitarias en el exterior por ejemplo, caso que se repite en muchos trebejistas jóvenes de Latinoamérica.

Hoy día, las comunicaciones hacen posible acceder a entrenamiento especializado desde el exterior (son cada vez más numerosos los ejemplos). La posibilidad está. En cualquier caso es una decisión personal qué camino seguir.

Culturalmente, el ajedrez no es tan bien tratado en el medio local como lo es en la generalidad de los países de América. Este es un mal que sufren la mayoría de los deportes "menores" y muchas actividades artísticas, en nuestro pequeño país. Sin embargo, nada es imposible. Tan importante es no depositar sueños propios en mente ajena, como no matar los sueños ajenos por improbables que parezcan.

Lo cierto es que se pudo disfrutar de un espectáculo diferente, una oportunidad no muy frecuente en nuestro país, y llevada adelante por autoridades, árbitros y colaboradores, en forma correcta.

Es algo digno de ser destacado.

1 comentarios:

Mamá de ajedrecista dijo...

Las pinceladas estan muy buenas y las fotos son excelentes. Julio, usted se supera a si mismo en cada trabajo periodistico.

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