Algunas reflexiones sobre el Campeonato Uruguayo 2012 [01]

Desde hace años veníamos insistiendo en que, en nuestra opinión, las dos plazas que se asignaban caprichosa y arbitrariamente al Preliminar del Interior eran injustas y no reflejaban la realidad del ajedrez nacional. No compartíamos las argumentaciones de los Consejos Directivos anteriores para mantener el formato Preliminar del Interior (2 plazas) versus Preliminar de Montevideo (4 plazas).

Enhorabuena el cambio de formato del Ciclo Campeonato Uruguayo, llevado adelante por la administración Roselli. Este ha sido un gran acierto en muchos aspectos, aunque ya es hora de revisarlo.

Quizá para pensar:

a ¿Es satisfactorio que haya jugadores de cuatro categorías (4^ta., 3^ra., 2^da., 1^ra.) participando en un Torneo que clasifica para la Fase Final?

a Cuando los promotores de un evento no buscan un solitario campeón, sino más bien una somera selección, ¿es el sistema suizo el sistema de competición más justo o el más adecuado?

a ¿Convence realmente que algunos participantes entren en la Final sólo porque circunstancialmente les ha favorecido un mejor Buchholz en el sistema de desempate?...

A modo de ejemplo, recordemos que sólo siete jugadores provenientes de la Semifinal clasificaban a la Final. El propio Nicolás Ulaneo -- que ahora culmina esta última etapa con un fantástico y merecido cuarto puesto, por encima de jugadores notables -- pudo haber quedado afuera de la Final, por su magro Buchholz, tras ubicarse en el décimo lugar, con el mismo puntaje que el segundo.

Pero... ¿cómo cuantificar y ponderar este asunto del Buchholz que a uno le toca en "suerte" y que podría llegar a depender, entre otros, del humor de ciertos ajedrecistas muy fuertes que, por ahí, abandonan el clasificatorio por las razones que sean?...

En otro orden de cosas, cabe mencionar que el CD de FUA hizo un esfuerzo para brindar alojamiento gratuito a los jugadores del interior en el Club Banco República.

Que algunos esperaban un poco más que eso, supongo que sí... No es sencillo tomar la decisión de alejarse del pago por diez días, para ver qué acontece en Montevideo. A la vuelta, la realidad manda, y habrá que pagar las cuentas; muchos de los acreedores no aceptarán de buen tono trocar "facturas por planillas".

No se nos oculta la idea de que magia no se puede hacer. Con inscripciones de sólo 15 dólares en Torneos oficiales, insuficiente apoyo gubernamental o simbólicos fondos que los Clubes vuelcan a las arcas federativas, es difícil imaginar que la tarea sea sencilla como para que la FUA pueda ayudar mucho más o mejor a los jugadores que vienen del interior.

Pero, no menos cierto es que a los altos costos de transporte interdepartamental, se agregan los traslados en la ciudad, los desayunos, almuerzos o meriendas (la cero-terapia, te deja sin ganas de cenar, así que esta comida talvez queda afuera) y convendría agregar el lucro cesante de algunos que, además, trabajan. Como sabemos, el "lucro cesante" es la ganancia que se ha dejado de obtener por consecuencia del hecho del que se es responsable; en este caso, la participación en la final.

El papá de uno de los finalistas nos comentaba informalmente que todo este tema es complejo. Jugar la Final del Campeonato Uruguayo en condiciones profesionales, con participantes mayoritariamente no profesionales, no es fácil. Aparece aquí el concepto que los economistas llaman de "costo de oportunidad".

Quizá para pensar:

a Dadas las condiciones que nuestra comunidad ajedrecística puede ofrecer, o las que realmente tiene, ¿será lo más adecuado invertir diez días (algo así como la tercera parte del mes) para clasificar, en los hechos, a sólo un jugador para el equipo olímpico (o quizá, dos)?

(Continuará)