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martes, 17 de abril de 2012

Algunas reflexiones sobre el Campeonato Uruguayo 2012 [17]


Diagrama 34: -- «Tablas de 'Grandes Maestros'»

Michailov,Matías (2134) - Sanguinetti,Luis (2186) [B35]
Final Uruguayo Absoluto de Ajedrez 2012 Montevideo (6), 13.03.2012


Michailov-Sanguinetti, Uruguay (ch) 2012. ½-½.


Tras 22 movimientos, Matías y Luis acordaron pacíficamente el empate, luego de un correcto planteo.

Conviene tener presente que:

a La decisión de concluir la partida tras el ocaso de la apertura, no se produce necesariamente por sensaciones de miedo o de temor;

a Existen muchos factores que condicionan la conducta de algunos jugadores para rehuir la contienda frontal, conformándose con el medio punto tras unos pocos movimientos.

Sin embargo, puesto que "el ajedrez es lucha", como pregonaba Lasker, no deberíamos caer muy seguido en la tentación de la rápida división de honores.


Reflexión del Gran Maestro Maurice Ashley

Hemos traducido al castellano, para beneficio de todos nuestros lectores, el siguiente fragmento, cuyo texto completo pueden leer en [1]:

«Ciertamente, un empate puede ser el resultado natural de una partida bien disputada. Pocos se quejarían cuando dos jugadores en pugna compiten por las posiciones de privilegio, y se la juegan pese a los riesgos, para ver luego cómo se esfuman los fuegos artificiales en una posición sin vida (ver Tate-Ashley, de Nueva York 1993 para un ejemplo extremo de esto).

Sin embargo, la propuesta de tablas, especialmente la que se hace después de diez o doce movimientos superficiales, parece estrafalaria. Imaginen un partido de baloncesto que dure unos minutos antes de que ambas equipos decidan dar por concluidas las acciones por el resto del día. "Sabe, hemos tenido un largo vuelo, jugamos ayer por la noche y estamos un poco cansados. ¿Les gustaría un empate, de modo que todos podemos salir a tomar una cerveza?" No sólo esto suena de lo más ridículo, sino que en algunos lugares ¡los fans podrían iniciar un motín!

Aun en los deportes en los que se permite el empate (fútbol, hockey y, sorprendentemente, fútbol americano) se hacen intentos para evitar este resultado poco satisfactorio.

La mayoría de los otros deportes tratan de resolver el problema de una manera clara: en el baloncesto se puede seguir hasta tres o cuatro tiempos suplementarios (overtimes), en el béisbol están las entradas extras (extra innings), en el tenis, el tie-break, y en el golf, algún tipo de playoff.

Por supuesto, el ajedrez es diferente, ya que un resultado de tablas a veces es inevitable. Si sólo quedan los dos Reyes en el tablero, el agregado de unos minutos adicionales no hará la diferencia. Varios finales de Torre son tablas y no tiene sentido que se sigan, lo mismo ocurre en muchos finales de Alfiles de colores opuestos. Las tablas son una parte natural de nuestro juego, y jugar a ganar en algunas posiciones es una tontería, y hasta suicida.

No obstante, la propuesta de tablas en una posición llena de vida, con misterios aún no revelados se ha convertido en la norma peor empleada de todo el ajedrez.»



La Regla de Sofía

Las tablas sin lucha visible sobre el tablero molestan a los fanáticos y preocupan a los organizadores de los torneos importantes. En este sentido, la regla instaurada en el Magistral M-tel de Sofía (Bulgaria) del 2005 es una norma pensada para evitar que dos jugadores pacten tablas antes de jugar, o se conformen con ellas sin esfuerzo porque el resultado les interesa para su posición en la clasificación final del torneo.

Esta regla establece que: "Los jugadores no deben proponer tablas directamente a sus oponentes. Las propuestas de tablas sólo se permitirán a través del árbitro principal en tres casos: triple repetición de la posición, jaque perpetuo o posiciones de tablas teóricas." [2]

El fin último de esta regla es que haya contienda y espectáculo en todas las partidas. La norma es eficaz en la mayoría de los casos, pero no en todos, dado que nada evita que dos jugadores se pongan de acuerdo, antes de la partida, para realizar determinadas jugadas o para llegar a una posición en la que el árbitro se vea obligado a estar de acuerdo con la propuesta de tablas.


EL método Minimax

Sobre la discusión que nos ocupa, Josu Fernández, Economista, Graduado en Estadística e Investigación Operativa y Director de Organización del Festival de Ajedrez Bilbao, hace un tiempo, escribía:

«La búsqueda de la victoria por medios exclusivamente lícitos es un pilar básico de toda competición deportiva. La superación personal, el espíritu de sacrifico, se orientan en el deporte hacia la victoria para alcanzar el triunfo frente a uno mismo, o frente a otro u otros. Indudablemente, los momentos más bellos que ha proporcionado la historia del deporte están íntimamente ligados con el esfuerzo muchas veces titánico en lograr esa victoria.»

«Cuando por diversas circunstancias en un partido o partida se compite para no perder, en lugar de para vencer es que algo lamentablemente marcha mal. El resultado final de esta práctica lleva a consecuencias realmente muy perjudiciales tanto para el deporte, como para los propios deportistas, directivos, patrocinadores y aficionados.

El diseño de normas que promuevan e incentiven la competitividad y el afán de victoria en el deporte debe ser por tanto un objetivo estratégico de los responsables de acontecimientos deportivos. El conservadurismo antideportivo, es decir los sistemas defensivos que marginan la búsqueda de la victoria, debilitan la esencia del deporte y la afición por el mismo.

Este comportamiento está muy estudiado en la Teoría de Juegos. John Harsanyi, Reinhard Selten y John Nash recibieron el Premio Nobel de Economía 1994 por un trabajo basado precisamente en la Teoría de Juegos utilizando el ajedrez como modelo teórico para la toma de decisiones.

Entre los diversos métodos de decisión, el que consiste en minimizar la máxima pérdida esperada, recibe el nombre de Minimax.

Cuando el Minimax es la estrategia dominante en ambos jugadores es porque el riesgo de la derrota les supone una pérdida mucho mayor que los beneficios que les ocasiona la posibilidad de ganar, y la partida termina con un alto grado de probabilidad en empate.

En otras palabras, si ambos jugadores llegan a la conclusión de forma independiente que la mejor estrategia, la que les garantiza una posición más segura, es la de alcanzar tablas sin riesgo y jugar en consecuencia de forma que alcancen ese resultado, entonces las tablas son prácticamente inevitables, incluso antes de empezar la partida.

En otras ocasiones, los jugadores están dispuestos a asumir un riesgo mayor, a jugar no tan a la defensiva. Sin embargo, cuando durante la partida llegan a situaciones, digamos, relativamente inestables, entonces la estrategia del Minimax vuelve a imponerse y las partidas terminan en tablas en el medio juego.

Finalmente hay veces en que los rivales buscan con ahínco la victoria hasta el final, pues no tienen condicionantes “externos” y las partidas aunque terminan en tablas han sido un ejemplo de lucha y deportividad.»


Regla de Bilbao

Josu Fernández propone: «En el mundo del ajedrez debiéramos considerar con bastante más atención y reflexión el hecho de que el fútbol siendo el principal deporte del planeta por importancia económica y número de licencias, que mueve miles de millones de euros y cuenta con decenas de millones de practicantes, tuvo que adaptarse incorporando el sistema de puntuación (3 : 1 : 0) en sustitución del (2 : 1 : 0) anterior, para impulsar el afán de victoria y disminuir las actitudes defensivas "antideportivas", a fin de favorecer la calidad de la competición y la belleza del deporte como espectáculo.»

«...[E]n el marco del Festival Internacional de Ajedrez “Villa de Bilbao” [2007] hemos incorporado a la Regla de Sofía un nuevo sistema de puntuación, que otorga, como en el fútbol, 3 puntos por partida ganada, 1 por empatada y 0 por perdida, frente al clásico (1 : ½ : 0). La Regla de Bilbao tiene la importante ventaja adicional de ser perfectamente comprendida por todos sin ningún problema ni dificultad.»


Dilema: ¿"ajedrez total" o "economía al jugar"?

En tres de sus seis empates, el MN Luis Sanguinetti concluyó las escaramuzas en 6, 10 y 22 movimientos, respectivamente. El GM Rodríguez le criticó personalmente por tal actitud minimalista; sobre todo por el empate de la última ronda cuando Luis ya estaba clasificado, y podría haber quemado las naves exhibiendo un "ajedrez total" con espíritu combativo frente al "Pepe" Carvalho, dado que nada tenía para perder.

Pensamos que, desde su óptica, Andrés tiene razón, pero no menos cierto es que el juvenil del Club Progreso, habiendo cumplido su objetivo, supo administrar sus energías y finalizó invicto.

Sólo el Campeón y el Vice Campeón no conocieron la derrota en este Campeonato. Bernardo (3º) y Nicolás (4º) inclinaron su Rey en dos ocasiones; Guillermo (5º) perdió en tres oportunidades. Los restantes finalistas cosecharon al menos cinco ceros.

Durante el torneo, algunos ajedrecistas puede que tengan que resolver el siguiente dilema: "Ajedrez total" o "economía en los planteos".

a "¿Juego a muerte todas las partidas y soy fiel a mi estilo?", o bien

a "¿Juego cada partida según convenga y dosifico mis energías inteligentemente, aunque esto no vaya con mi estilo?"...

Para muchos, quizá, no hay tal dilema:

"Juego cada partida según convenga, dosifico mis energías inteligentemente y adapto mi estilo a las circunstancias".

Y hablando de dilemas importantes, para distendernos concluimos esta pincelada formal con un poco de humor entre dos amigos:

- "Mi mujer me advirtió que elija entre ella o el ajedrez";
- "Y entonces... ¿qué le dijiste?";
- "Le dije que la iba a extrañar".

Referencias:

[1] Ashley, Maurice - The End of the Draw Offer? (¿El fin de la propuesta de tablas?), 2003.

[2] Sofia rule: Should it be obligatory?, en Chessdom Blog, 2007

[3] Fernández, Josu - Ajedrez, fútbol y Regla de Bilbao (I) en Chessbase en Español, 2007.

[4] Fernández, Josu - Ajedrez, fútbol y Regla de Bilbao (II) en Chessbase en Español, 2007.



2 comentarios:

Oscar Kimelman dijo...

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Hola Julio,

Como siempre muy entretenidos los trabajos sobre las partidas del campeonato. En mi imaginación no podría encontrar nada más convincente que lo que tú expresas frente a las tablas por conveniencia que liquidan la esencia del ajedrez, aunque parezca que sirva el resultado para ambos jugadores, cualesquiera que sean ellos.
A veces lo veo a Gabriel que pide tablas y me da bronca y vergüenza pues lo que busca es no pensar más y trabajar lo menos posible; es decir, usa la regla del mínimo esfuerzo, que no es lo que se pretende con el Juego Ciencia. Le comento que cuando pide esas tablas cortas lo hace porque no le interesa el ajedrez, pues el ajedrez es lucha sin fricción, imaginación, cálculo, estudio y un aprender a aprender permanente.

Saludos, Oscar

Emilio Viera dijo...

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Muy bueno el artículo. Creo que existen muchos “porqué” para entender las tablas cortas. Pero indudablemente que el miedo, la inseguridad, el pensar en el resultado, la presión, influyen mucho.
Recuerdo una anécdota de Vishy Anand en la que comentaba que en su época de juvenil también había otros promisorios talentos, pero que se hicieron “amigos” de los más fuertes y empezaron a arreglar tablas rápidas, lo que les impidió destacarse. En el caso de nuestro Campeón del Mundo, él estaba muy contenido por sus padres y le incentivaban a luchar y a jugar sin presiones. Este sería el ideal, tratando de jugar sólo para mejorar, dando todo, sin pensar en el resultado, pero somos humanos y nos gusta destacar para lograr tal ideal psicológico en está sociedad tan competitiva. Para ello, es muy probable que se necesite la colaboración de psicólogos deportivos, cosa que ya sucede en aquellos países que apuestan a nuestro deporte.

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