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sábado, 1 de marzo de 2014

Recuerdos de un amigo

Por Héctor Silva Nazzari


Existen hechos que nunca pensamos que ocurriesen y de los que tampoco imaginamos tendríamos que escribir.

Me estoy refiriendo, como es obvio, al fallecimiento de nuestro dilecto amigo Horacio Arévalo, compañero de tantas actividades ajedrecísticas en casi cuarenta años de compartir el desarrollo de nuestro ajedrez, con todas sus alegrías y también sus tristezas.

Conocí a Horacio el año 1975 mientras se desarrollaba en nuestra ciudad el Campeonato Juvenil de Ajedrez donde participaba un jugador sanducero, el entonces joven de 15 años Martín Marotta. En ese entonces Horacio estudiaba en Montevideo, me acuerdo que vivía en el barrio Sur, y pronto se incorporó al quehacer de nuestro ajedrez en su faz organizativa, donde siempre fue un “hacedor” en el sentido más amplio de la palabra.


Torneo Interliceal Carmelo 1976


Recuerdo que en el año 1976 compartimos, arbitrando y dirigiendo, varias actividades importantes. Entre ellas destaco el Campeonato Juvenil de ese año en el cual a Horacio se le ocurrió publicar un boletín con las partidas del mismo y que aún con nostalgia veo de vez en cuando. Ese mismo año y después de 20 años se disputó un torneo internacional de ajedrez en nuestro país con motivo del 250º Aniversario de la Fundación de Montevideo, en el mismo Horacio participó de la organización del mismo y a mí me tocó ser el Árbitro Principal. En realidad todo lo relativo al torneo lo hicimos entre nosotros dos, tengo presente aquellas noches donde en mi domicilio nos ocupábamos de todo lo relativo al mismo desde la correspondencia, armado de los carteles con el nombre de cada jugador, impresión de folletos a mimeógrafo y hasta de un cuadro gigante de posiciones que nos dio mucho trabajo hacer. Destaco este hecho porqué siempre lo recordábamos con Horacio cuando teníamos ocasión de revivir el pasado.

Desde ese entonces compartimos muchas actividades siendo la última de ellas también una de carácter internacional, la II Copa Latinoamericana jugada en el 2011 la más importante competencia ajedrecística realizada en la historia de nuestro país.

Horacio fue ante todo un amador del ajedrez en todas sus facetas y sería imposible recoger en esta crónica todo lo que hizo, alguien lo hará en su momento. Además seguía con verdadera pasión el desarrollo de las actividades internacionales y la transmisión en vivo de las mismas.

Hincha fanático de Carlsen desde sus comienzos, ya vaticinaba que sería Campeón Mundial, discutíamos siempre sobre ello pues yo le llevaba “la contra” y le decía que no. Tuve la satisfacción de poderlo llamar por Skype para felicitarlo cuando el noruego venció a Anand; esta fue de las últimas charlas que mantuvimos sobre ajedrez.

Ahora ya no está físicamente entre nosotros, pero para todos los que lo conocimos seguirá presente en nuestro pensamiento.

¡Hasta pronto Horacio!